Normalmente con estas aplicaciones se instalaran, como dependencias, los motores de GTK y parte de Gnome para que funcionen. Y lo hacen, funcionan y muy bien por cierto; pero normalmente el tipo de letra, los iconos y la apariencia general de la aplicación van a diferir bastante de la del resto del sistema KDE.
Si se es un poco obsesivo de la homogeneidad, hay una forma sencilla de solucionar esto en Debian.
Solamente hemos de instalar el paquete gtk2-engines-gtk-qt
Este crea un envoltorio para las aplicaciones escritas en GTK para que se visualicen con el aspecto que estemos utilizando en KDE. No es perfecto pero realiza su trabajo bastante bien.
